Suerte

Cuando llega el momento de la verdad, todos deberíamos ponernos frente al espejo y preguntarnos si realmente estamos preparados.
A veces, una pregunta a tiempo evita demasiados desengaños y deja que se sigan cicatrizando viejas heridas de guerra que nosotros mismos nos empeñamos en abrir.

Cierto es ,que las batallas se ganan luchando y que quien da el primer golpe, al menos tiene uno. Pero, ¿merece la pena?

Vienen días tensos, llenos de tristezas que se confunden con alegrías. Ilusiones que se desvanencen frente a fuerzas que renacen, alegrías que no durán más que las penas, momentos difíciles que se compensan con algún que otro ánimo a destiempo...

Llega el momento de enfrentarse al espejo.

¿Podrá mi reflejo soportarlo?

Seguro

Como dice la canción:

Seguro que volveremos a vernos, que los corazones grandes, hacen al mundo tan pequeño...

En la vida, hay momentos que las cosas se nos hacen tan cuesta arriba que parece que la pendiente no baja del 140%. Son de esas ocasiones en las que nos cuesta respirar, en las que el aire, se nos va escapando en cada suspiro que inevitablemente dejamos marchar, cual gota de agua deja de ser única cuando llega al charco al cual estaba destinada.
Son en esos momentos de fatiga y cierta incertidumbre, cuando un pensamiento se cruza en nuestra cabeza y que en milésimas de segundo nos cambia el rumbo de nuestra vida. Son en esos momentos, en los cuales para mi entender, somos más personas que nunca.

Quizá la vida se encarga de que nosotros mismo nos pongamos nuestras propias pendientes y a veces incluso, nuestras propias montañas. Quizá ese sea el verdadero significado de la vida, el que nosotros mismos decidamos cuanto de importante son los actos que en ella tienen lugar, valorando bajo nuestros propios principios y nuestra manera de ver que dificultad conlleva o cuanto de importante tiene o simplemente la necesidad de llevarlo a cabo.

Sin embargo, hay algo más allá de la lógica y aunque suene un poco redundante, aquello que se encuentra en una posición privilegiada es simplemente lo ilógico. Aquello que se escapa a nuestro entender.

Más no me refiero a lo ilógico como algo paranormal o que no tiene explicación, sino al simple hecho de tener que elegir un camino sin saber si realmente es el que queremos , el tener que aceptar algo que nos viene impuesto queramos o no queramos.
Y es a esto último a lo que yo hoy me refiero. Por qué tengo yo que aceptar situaciones no sólo que no deseo tener si no a las que quizá no estoy preparada para afrontar.

Algunos contestarán, que así es la vida y saben, es la mejor explicación que se puede dar, más cualquier otra respuesta siempre tendrá un pero añadido, porque desgraciadamente esto es así.

Pese a todo, no voy a entrar en detalles ni en divagaciones de lo que es o no es o lo que debería de ser. Ni siquiera voy a explicar mucho más el por qué de toda esta historia. Simplemente es una reivindicación a la vida, a esas montañas que día a día veo en el fondo de mí. A esas pendientes cuyo final no soy capaz de vislumbrar, a esas metas que a veces parecen demasiado lejanas aunque las puedas rozar casi con las manos...

Sólo puedo decir, que seguro que volveremos a vernos, pese a que el mundo se empeñe en separarnos con la vida, pues más allá de la lógica, bien sabido es que lo ilógico nos espera. Y que mientras que suba esta montaña, no dejaré nunca de mirar al suelo, para no olvidar nunca, cuanto de alto podemos llegar a subir.

No voy a perder tu tren, porque a partir de ahora, pienso cogerlos todos.

Feliz 2008

Llega un año nuevo, cargado de ilusiones y de energías renovadas, (aunque precisamente hoy día 1 lo de las energías….)

Si tuviera que hacer un balance del 2007, como todo en la vida habría momentos buenos y otros que no lo han sido tantos.

Decisiones difíciles a veces de tomar y situaciones que a veces me han sobrepasado habiendo podido sacar lo peor de mi en muchos casos y en otros supongo que lo mejor.

Por supuesto no todo ha sido malo y los buenos momentos también están mi memoria, nunca hay que olvidar que pese que a la tormenta sea muy dura siempre en algún momento sale el sol.

Ahora que comienza este nuevo año, al cual le pido sobretodo mucha salud y muchas ganas de vivir, no puedo evitar pensar, que este, por fin, sí que va a ser mi año. Es una pura intuición basada en argumentos absurdos como que me encanta el número 8 y que además es mi número de la suerte. Pero pese a lo absurdos que son, para mí son suficientes como para por qué no, tener una ilusión. (Ya habrá tiempo para los palos que al año todavía le quedan 365 días).

Sabéis, es curioso, tenía tantas cosas que decir para empezar este 2008 y sin embargo ahora las palabras no salen ni de mi mente ni de mi cabeza, e indagar en el corazón me parece un castigo demasiado tempranero para las épocas en las que estamos, supongo que también el pobre necesita un poco de paz y tranquilidad.

Así que sin más termino, felicitando de nuevo este año que nos llega y deseando que sigamos teniendo sueños par que podamos luchar por ellos, porque la vida nos siga dando cada día ese pequeño aliento que muchas veces necesitamos para continuar. Porque esos sueños se cumplan y nos podamos sentir orgullosos y como ya he comentado en alguna ocasión, porque no nos rindamos, pues como bien dicen estas palabras:

“Caminante no hay camino se hace el camino al andar.”

Sigamos caminando juntos.

¡¡FeLiZ aÑo NuEvO!! ¡¡FeLiZ 2008!!