Historia sin fin. - Primera despedida

Tras ese primer beso junto aquel árbol, el cual a día de hoy todavía sigue mirando con cierto recelo y esos segundos que quedarían guardados en su memoria por el resto de su vida, vino la primera despedida.

La distancia que los separaba y las imposibilidades que a su corta edad se unían convertían este amor en la mejor historia jamás contada.

Sin apenas tiempo para digerir ese primer momento que marcaría sus vidas, llegaba la despedida como huracán a su paso que lleva todo lo que encuentra en su camino. A veces, incluso los recuerdos…

Fue un mes largo, la incertidumbre la destrozaba. Un mes sin saber nada de Él. Sin conocer sus sentimientos repentinos. ¿Estaría bien? ¿Se habría olvidado de aquel día? ¿Me echaría de menos? Al menos una cuarta parte de lo que yo lo hacía…

¿Y si se había olvidado de mí?

Pero fue fuerte y cada noche después de todas sus dudas, recreaba ese beso, su sonrisa. Esos ojos verdes cuando la miraron acompañados de esa media sonrisa que marcó su vida.

Llego aquel 21 de ese maravilloso mes y regresó.

Sin embargo, con ella se llevo aquel huracán que todo lo puede . Hubo momentos en que pensé que incluso ese beso se había ido con él…

Nada fue como esperaba. Aquella muchacha llegó deseando encontrarse a su amado, sin embargo los días pasaban y por más que miraba a su puerta, apenas separadas por 100 pasos es como si el mundo se lo hubiera tragado.

Desesperada y a punto de llorar tomo valor y salió en su busca, dispuesta a que su destino, fuera el que fuera, se presentase delante de ella y así poder mirarle a los ojos.

Parecía imposible, pero después de casi quince días todo tenía una explicación. Tan absurda y sencilla que hasta me pareció poco para haber sentido tanto dolor. Estaba castigado. Que ridículo me parece esto ahora.

Por lo menos después de todo, al menos recordaba mi nombre…

Tras un mes de larga espera, apareció. Allí estaba de nuevo, frente a mí, con esos ojos que me miraban y me absorbían en un mundo paralelo. No me hacía falta nada más. Todo el sufrimiento desaparecía, todas las dudas, los malos momentos, volaban en busca del olvido y sólo estaba él.

Él, yo y ese abrazo, ese beso… Ese fue el principio del AMOR. De un nuevo amor, en el que nada ni nadie podría romper esa barrera que nos separaba del mundo…

O al menos, eso pensaba yo…

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