Mi conciencia me dice que no debo, que a veces, en la vida, hay caminos a los que las personas no estamos invitados.
Me dice que yo no soy la sombra de lo que era y que tú, simplemente eres tú, con tu vida perfecta, tu casa perfecta, tu novia perfecta e incluso tu maravilloso perro, al cual, no le llego ni a la altura del betún.
Me recuerda día tras día que yo sólo soy "esa", que un día fue "Esa" para algún "alguien" demasiado lejano, para tan siquiera nombrarlo.
Cómo en la mejor canción, mi vida sólo es un estribillo que me repite una y otra vez que mis errores serán mis deudas, mis fracasos, mi futuro, la noche mi compañera y la soledad tan sólo el reflejo de mis días.
Cuando te conocí, eras un mundo para mí, como cualquier otro. Un colega, un compañero, ¿un amigo? No, nunca fuiste un amigo. Simplemente yo intenté creer que lo podrías ser y cuando descubrí que no lo conseguirías, ya era demasiado tarde.
Nadie me engañó, sabía perfectamente lo que había. Conocía la historia de tu vida, su nombre, vuestros sueños e ilusiones, sabía que la querías y que en tu corazón no había hueco para nadie más.
Pero en esta vida no se elige, no se decide a quien querer, sólo se disfruta o se sufre, cómo un buen beso o una cucharada de sal.
Soñé con que nos amábamos en una noche furtiva, soñé que tus manos recorrían mi cuerpo mientras tus ojos se cruzaban con los míos en una mirada eterna que apenas podía durar un segundo.
Soñé que era nuestro secreto, que esos besos, primeros y últimos eran tan intensos como cortos, tan largos como dulces y tan invisibles como reales.
Tan esperados como olvidados....
Me hiciste tuya como si fuera la primera vez, mientras, entre susurros me decías que me querías, que desde el primer momento que me viste fantaseaste conmigo. Me dices que no me vaya, que me quede contigo en ese cuartucho de esa discoteca en la que cualquiera podría haber sido testigo de nuestra pasión.
Tan cerca y tan lejos, tan real y tan imposible....
La historia de mi vida.
Desgraciadamente el despertador suena con esa balada tan maravillosa que hace que odie un poco más el madrugar.
Sin ánimo ninguno, pienso en girarme, como si al hacerlo, él estuviera ahí, a mi lado, bajo mis sábanas, esperándome para volver a soñar.
Sábado. Encima el despertador me ha arruinado también el fin de semana. ¡Genial!
Decido acurrucarme en la cama y mirar a la ventana, quizá al ver ese día gris que hay tras mi ventana me haga sentirme menos desafortunada.
Y entonces, siento tu mano, ¡No puede ser! Estás ahí, en mi cama, junto a mí, entre mis sábanas.
Y no, no es un sueño, eres real, te toco, estás frío, tu nariz es roja y tus manos lo más dulce de este maravilloso sábado.
Te quiero, sabía que no me fallarías.
...
Suena la alarma: domingo.
Me levanto y no puede ser, he soñado que estaba con "esa". Que recorría su cuerpo y que la deseaba como si fuera la última vez.
Soñaba que me despertaba a su vera, que la abrazaba fuerte y que me sentía bien.
Que mi vida no era como yo pensaba, que no era "esa", sino "Esa" y que mi vida cómo cualquier canción de amor, es tan sólo un día lleno de nubes, en la que descubres que aquella a quien no querías, es a la que amabas.
Que ya hoy, es tarde y que ya nunca, será para siempre, que toda la vida llorarás su pérdida, por haber cerrado los ojos, por haber cometido un error.
…
Es lunes, suena el despertador, hora de volver al trabajo.
....
1 comentario:
Echaba mucho de menos que volvieras a escribir estas historias, cuentos o realidades que tan bien plasmas en tus textos. ¿Tendrán conexión unos partes con otras? Como ya he comentado muxas veces es la magia de todo lo que escribes que cada uno lo puede interpretar de una manera distinta y crear su propia historia. Yo mismo al leer este texto he creado historias diferentes que han echo que aparezca esa "buena confusion" que te hace meterte mas dentro de la historia.
Sigue enredando nuestras mentres y nuestros corazones, porque realmente, creo que a todos nos encanta que lo hagas, jejeje.
Un beso anónimo
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