Son estas cuatro paredes llenas de recuerdos las que de alguna manera recitan mi vida. A veces a oscuras, a veces llenas de luz, otras simplemente alumbradas por la tenue luz de las bombillas…
Sólo me hace falta un vistazo para comprender que cada cosa que en ella hay es parte de mí. Desde ese tablón lleno de fotos cuyo centro posee mi nombre en ¿árabe?, qué más da. Lo importante es que ocupa ese lugar privilegiado por lo importante que en su día fue. Ese recorte de periódico que no ocupa nada más que un rincón, no tuvo más utilidad que llenar las paredes cuando nos trasladamos a esta casa, sin embargo, después de tantos años y de todas las cosas que hoy hay colgadas, ese cartel sigue ahí, llenando su hueco.
Esa rosa que simplifica dos largos años de una vida, un amor dulce y sincero que terminó marchitándose sin más motivo que la corrosión del tiempo. Sin embargo ahí está, como él, siempre a mi lado aunque sea de esa forma distante que le caracteriza.
Fotos que recuerdan a personas importantes que se perdieron en el camino de la vida o que simplemente tomaron un camino diferente. ¿Por qué siguen ahí? Sólo tienen un papel: ocupan su lugar.
Miras esas fotos y te preguntas que hiciste mal, si estarán bien o si algún día volverás a verlos. Te preguntas donde quedaron los tiempos pasados, donde están esas ilusiones y sueños, esas promesas que se fueron por los desagües. Dónde están esos amigos que decían ser para siempre, aquellos a los que nunca abandonarías por muchas cosas que os pasasen. Al final sólo te quedan esas fotos que te evocan instantes vividos, situaciones pasadas, recuerdos…
Muchos libros hay en las estanterías, entre ellos el libro que más me ha gustado y que encabeza mi colección de su gran autor. Libros con los que soñé, libros que me hicieron ser protagonista de las mismas historias, reflexionar sobre la vida y algunos que se llevaron noches en vela, quizá las noches mejor aprovechadas de mi corta existencia…
Muchas y de diferentes formas son las velas que los acompañan. Grandes, pequeñas, de colores, aromáticas, normales… ¡incluso tengo un dragón!… Quizá uno de mis más viejos trastos el cual remarca el principio y el final de una historia lejana ya pero que tanto marco nuestra vida. Qué fácil es querer y odiar al mismo tiempo…
Es mi familia quien ocupa mi otra media habitación, regalos de ellos, sus fotos, dibujos de los más pequeños, ¡mi gordi! Sin ellos mi vida no sería la misma, los veo y observo el reflejo de mi sonrisa. Son los que me han visto reír, llorar, caerme y volverme a levantar…
Mi mesa sólo tiene 3 cajones, pero están llenos de todo y a la vez de nada. Bolis de colores, minas, folios, cuadernos, cables… podría hacer un mercadillo de la variedad que en ellos puedes encontrar. Son un tesoro que he ido juntando al cabo de los años gracias a alguna que otra aportación.
De igual manera ahí está, mi joyero, no posee ni oro ni tan siquiera plata, como mucho algún anillo de acero o algún colgante de colorines. Nunca olvidaré el día que me lo regalaste, me encantó. Cada vez que lo miro y veo sus estrellas y sus lunas recuerdo aquella conversación llena de ternura y cariño. Al final siempre nos quedo pendiente mirar las estrellas del cielo aquella noche, sin embargo no lo cambiaría por todos esos buenos momentos. Es tu sonrisa mi mejor recuerdo y el que espero que siempre me acompañe.
Vasos de plástico de medio litro, yogures o vasos de dyc que hacen de la mejor forma que pueden de lapiceros. Adornados todos con pajitas de colores, destornilladores, palos chinos para el pelo y de nuevo filas de vasos de colores con bolígrafos que lucen. Un poco de todo, y un mucho de nada, como en la vida, sólo son recuerdos que van llenando tu espacio, recuerdos que llenan estas cuatro paredes.
Son muchas las cosas que me olvido: mi teléfono, el despertador, dados de la suerte, búhos, ranas, flores, ceniceros…incluso alguna que otra chapa de una botella de tierras lejanas ya. Pero ahí están y de nuevo: ocupan su lugar.
Y por último, en el lugar más alejado de la puerta, ocupando su rincón al lado de la ventana, mi pequeño ordenador, aquel que me mira desafiante, que me aguanta desde que llego a mi casa hasta que me marcho a acostar.
Aquel que refleja perfectamente mi vida, posee más recuerdos en forma de fotos de los que yo tan siquiera podría imaginar, mi música, mis letras, mis pensamientos, mis estados de ánimo…
Siempre he oído que tu vida la podrías guardar en una caja de zapatos, que lo importante que en ella acontece sólo ocupa ese pequeño espacio, sin embargo yo sé que mi caja estaría vacía, llena de aire, sin más, porque las cosas vienen y van los recuerdos los escondes en tu memoria hasta que un día desaparecen y los que siguen, seguirán por siempre. Las cosas materiales se corroen, se estropean o se pierden, pero el aire… El aire lleva olores, agua, luz, incluso alguna que otra sonrisa y de eso quiero llenar mi caja, así como mi vida, de esperanza, de mañana y de libertad.
Al fin y al cabo, todo ocupa su lugar.
4 comentarios:
Espero q la mirada desafiante del ordenador no te impida seguir escribiendo lineas, parrafos de pensamientos, y kien sabe si un dia nos regala algo mas amplio.
eso si cmo tiene q molar limpiar el polvo en tu habitacion eh!
pd (aver si me gano un dia un wekin)
βΛг®эи?
Oyeee que si alguién quiere que escriba un libro, editores venir a mi!!! jejeje
Si te mola lo de limpiar el polvo, yo te dejo encantada, que no sabes lo que es kitar y colocar todo..
En mi cuarto todavía queda mucha pared y muchos rincones para llenar, asique está abierto para toda persona que quiera formar parte, asique ya sabes...
Porque todo ocupa su lugar...
Cierto es una habitación, no grande por tamaño, sino por lo que contiene, y por quien la posee...
Habitación muy personal, leyendo este aporte me vinieron grandes recuerdos...
En esa caja de zapatos en la que dices que entra tu vida sé que la podrás llenar sin apenas darte cuenta.
Bss Wapa
...
Haber si un día hago una foto y la comparto con vosotros, para que todos la podais ver, pero sin acostumbrarse, eee, jeejje.
Mi vida esta abierta para todos Pablo, sólo hace falta querer entrar y no salir. Yo no sé si se llenará o no pero si lo hace espero que sea con cosas tan buenas como la gente como tú o la que me rodea hace posibles.
Gracias.
Besos
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