Un último día, de un último mes, de este último año…

A veces es necesario llegar hasta aquí para comprender que la vida no es más que una sucesión de momentos y que después de hoy, vendrá mañana, con un día nuevo, de un nuevo mes, de un nuevo año…

Mi balance como ya he comentado no es malo, este año me ha traido muchas alegrías y alguna que otra pena, pero llegados a este punto es tontería pensar en lo que nos hemos equivocado o si lo hubiéramos hecho de otra forma.

Hoy es noche de disfrutar, de comer (para aquellos que les guste), de salir a tomar unas copillas y de intentar empezar una nueva etapa con el pie que nosotros queramos.

Así que sin más, me despido. Que esta noche las uvas sean de las mejores y que os las comáis todas y que con ellas se os cumpla el primer deseo del año. Yo ya tengo claro que es lo que voy a pedir….

Ser felices y que este año os llegue lleno de ilusión y de felicidad.

FELIZ 2009

Porque a veces en la vida todos hemos echado de menos a alguien, porque a veces todos necesitamos volver la vista atrás y recordar.

Por las personas que se quedaron en el camino, por las que por suerte o por desgracia lo harán. Por esos sentimientos enfrentados que te hacen debatirte entre el poder y el querer.

Porque nunca sabes si hoy será el último día...

Por sí tú no estás aquí...

¡¡ Feliz Navidad !!

Un nuevo año termina, un año más, cargado como todos de días buenos y días mejores… De lágrimas y días tristes. De momentos duros y difíciles y de momentos que nos han hecho reír.

Un año lleno de recuerdos, de sueños cumplidos o que todavía están por cumplirse. Ilusiones que se hicieron realidad o que se quedaron en el camino. Algunas esperanzas nos llevaron a lugares maravillosos y otras, simplemente nos llevaron a sendas inexploradas.

No todo ha sido bueno. Muchas veces miramos atrás y también vemos sufrimiento y dolor por cosas que has hecho mal o por cosas que no son como tú pensabas. Equivocarnos entra dentro de la vida y por supuesto este año no iba a ser diferente.

Llega diciembre y al menos me miro al espejo y sigo viendo la misma cara. La gente que me rodeaba a estas mismas alturas el año pasado sigue a mi lado y encima tengo la suerte de haber conocido gente maravillosa. Gracias por dejar que nuestros caminos se junten, sois muchos los que os habéis ganado un huequito en mí.

Veo que mi futuro empieza a convertirse en presente (¿lógico verdad?), veo que mi lucha continua empieza a disiparse y que efectivamente al final del todo hay un FINAL, ¿qué pretendíamos encontrar?

[…]

La pregunta obligada, cómo no, qué es lo que le voy a pedir a este nuevo año.

Pues creo que me conformo con un poco de ilusión, ganas de vivir, sueños, muchas metas, felicidad y si le sobra al mundo, un poquito de aire para poder respirar.

Sin embargo, no me puedo olvidar en estas fechas, en las que como siempre he dicho, tengo sentimientos confrontados, de esas personas que por suerte o por desgracia se marcharon de nuestras vidas para no volver, espero que estéis tan orgullosos como nosotros lo estamos de vosotros… siempre estaréis aquí, a nuestro lado.

Tampoco te olvidas de los problemas y es un buen momento para dejar de mirar a tu alrededor y buscar dentro de ti mismo. Como hace apenas unos segundos le dije a alguien, a veces hay que ponerse en el otro lado para poder entender cosas que desde este lado no eres capaz de comprender.

Y que mejor momento que este, donde dicen que los sueños se hacen realidad, en los que las personas nos volvemos más asequibles.

Un año más que pongo el árbol de navidad y enciendo sus luces. Un año más en los que cantaré villancicos con los peques y brindaré por el nuevo año.

No sé si tengo la misma ilusión que años anteriores o no, pero no importa, no quiero saberlo, si algo he aprendido este año es que abrir los ojos es algo que hacemos sin darnos cuenta, que sonreír es el mejor deporte que existe y que las miradas siguen siendo el reflejo del alma.

Que nunca te tienes que rendir si no tienes motivo, porque la vida puede ser maravillosa, sólo hay que querer vivirlo.

Que las metas sólo aparecen cuando realmente estamos dispuestos a superarlas.

Que desgraciadamente los días buenos sólo tienen veinticuatro horas y que los días malos afortunadamente sólo tienen veinticuatro horas también.

Que un minuto puede cambiar tu vida.

Que si subes a la montaña siempre podrás ver con ojos de halcón y sentir que el aire puede llegar a tener tanta belleza como la mejor playa que te puedas imaginar.

Que todos tenemos derecho a pedir un deseo y desear fervientemente que se cumpla.

Y lo más importante de todo, que todo el mundo debería saber decir gracias y aprender a pedir perdón. Ahí es donde se empiezan a cumplir los sueños.

Espero que el año que viene nos volvamos a encontrar y quién sabe, quizá entonces podre volver a contaros como de maravillosa o de dura puede ser la vida.

En estos días de Navidad, nunca os olvidéis que lo especial está dentro de uno mismo, tú eliges si quieres o no vivirlo.

¡Ser felices!

Feliz Navidad

Incierta realidad

Tu falta de valor me demuestra que ni fui quien yo creía, ni que seré quien yo pensaba.

No puedo creer que todo esto sea así, que después de creerme bruja del cuento, ni yo fuera tan mala, ni tú fueras tan bueno… Cuantas veces pensé en ti, pensaba en como estarías, si eras feliz o si yo podía de alguna manera, conseguir que lo fueras un poco más.

Siempre pensando en ti antes que en mí. Intentando que mis palabras dijeran mucho cuando no tenía nada que decir y que fueran mudas cuando te podían hacer daño.

Y ahora… Ahora me doy cuenta de que ni con todo el tiempo que hace que estás en mi vida, puedo afirmar saber quien eras… Ahora entiendo aquello de que a nadie se le llega a conocer totalmente… Ahora sé que ni con todo el tiempo del mundo llegaría a saber quién eres de verdad.

Pero si algo tengo claro, es que la culpa la tuve yo. Sería injusto culparte de mis errores. Pensé que era demasiado importante para ti, que cuando me decías que no querías perder a parte de tu vida, lo sentías así. Pero entonces, te das cuenta, de que el tiempo que antes te daba la razón ahora te la quita. Que si realmente fui o no fui quien tú dices, sólo tú lo sabes.

Sin embargo, algo ha cambiado, ese tiempo que me decía quien eras, ahora me dice quien no eres. Ser blanco y negro a la vez, tampoco es tan difícil…

Ya no seré quien fui, ni seré quien creía, pero volveré a empezar, a ser de nuevo yo misma, a resurgir de mis cenizas, como en su día debiste hacer tú…

Tu fotografía

Te miro a los ojos y todavía después de este tiempo sigo sin saber qué es lo que busca tu mirada. No sé si sigue el camino de la línea recta o quizá se desvanece en un pequeño halo de incertidumbre.

Es tu foto la que me alienta, pero también la que me hace sentirte ausente. Esos ojos que me invaden, no sé si por cariño o simplemente por costumbre. No sé si tu sonrisa refleja la alegría de algo nuevo o sólo es tu pose de fotografía.

Cada día que te veo, me imagino cómo sería ser protagonista conjunta de esa imagen, pero no puedo evitar pensar si sólo es un sueño o una realidad a largo plazo.

Luchar tiene un problema y es que cansa. Si no llenas de aliento el corazón de un luchador se oxida como el aire lo hace con el metal. Y si a estas alturas, todavía no sabes si esa mirada es para ti o por ti, quizá no merezca la pena embarcarse en una lucha sin sentido.

Mi gran error fue pensar que cambiarías, que yo sería especial, que por mí volverías a querer tocar el cielo. Sin embargo ni yo soy esa persona ni nunca nadie jamás lo será.

Olvidé ese principio fundamental de la vida, de que cada uno es como es y que no puede cambiar por nadie, que cada uno busca en su vida algo que no tiene o algo que en su día perdió y que a veces, como bien se dice, las comparaciones son odiosas.

Yo no quise ser ese ayer, quise ser el mañana, o al menos el hoy….

Si sigo aquí, no es más que por tu reflejo, ese que me embelesa como si de un perfume se tratase. Me transporta a un mundo paralelo en el que olvido estas palabras y me hace creer que somos un nosotros. Pero incluso los buenos perfumes pierden su aroma…

Y así sin quererlo, vuelvo a mirar tu fotografía y me pregunto si soy luchador o vencido, si mi alma está cansada o boyante de júbilo, sin por fin sé donde miran tus ojos… si soy yo mi reflejo, o ya sólo soy el tuyo…